¡Basta de supergente!
En esta convocatoria, solicitamos que apartemos por un momento la atención de las superheroínas, superhéroes y superestrellas para dirigir nuestra mirada más de cerca hacia las personas que nos rodean. Queríamos que los participantes compartieran la historia de alguien de su vida cotidiana a quien admiran, para que todos pudiéramos conocer a esos héroes anónimos y sus sorprendentes vidas.
Se podía hablar de un familiar cercano, de alguien que trabaja contigo, de un maestro o profesor que recuerdes con cariño, o de una persona anónima a la que siempre ves desde lejos. Incluso podías contarnos la historia de un animal en tu vida.
Aquí están los textos que nos enviaron.
El día que conocí a Arnold Schwarzenegger
Cosas tan simples como la preocupación por la alimentación de los seres queridos pueden desarrollar un cariño especial hacia una determinada persona y conservar su imagen en un álbum de recuerdos amables. En este texto, José Luis Dávila presenta a una peculiar heroína que no goza de poderes sobrenaturales, sino que cuenta, como armas en contra del olvido, con brócolis y coliflores.
José Luis Dávila Alarcón