Cómo los hombres enseñan a ser hombres (Primera Parte)
Taller de masculinidades, 20 de septiembre de 2016, un salón de talleres en La Paz
La única vez que mis compañeros/as de trabajo me vieron elegir el lado correcto fue cuando Jimmy dijo: A ese lado se ponen los que creen que una persona mayor puede salir con una menor de 18 años y a este lado los que creen que no. Elegí, por supuesto, el lado del NO, pero mi colega abrió tremendos ojos cuando, después de palmearme la espalda por mi primera elección correcta en el taller, le aclaré: Es un delito salir con menores de 18 años.
Era la primera vez que me encontraba con el concepto de masculinidades. Mis apuntes de ese día, en un ya lejano 2016, dicen: Masculinidades es todo lo que los hombres piensan y hacen para ser hombres. Este pensarse y hacerse hombres no es una voluntad de construcción individual y autónoma, únicamente, sino que obedece a una sociedad patriarcal que ha desarrollado una forma de ser hombre.

Jimmy (Jaime Telleria) era reconocido como precursor de esta temática en Bolivia, al igual que su institución CISTAC (Centro de Investigación Social Tecnología Apropiada y Capacitación). Era un taller interno para Solidar Suiza, ONG que tenía un proyecto de lucha contra la violencia de género y debía seguir capacitando en esta área a su personal y, especialmente, deconstruir a sus empleados hombres. Para mis compañeros yo era el más necesitado de esa deconstrucción, por ser nuevo y estar en otro proyecto; así que no solo era machista, era un machista sincero porque no sabía eso de las “respuestas políticamente correctas”.
Noche, jueves 24 de marzo de 2022, La Vendetta, pizzería de Tarija
Seis años después del taller, ya en 2022, estoy más deconstruido. Sigo en Solidar Suiza, pero en el proyecto Formación Técnica Profesional (FTP) que sí tiene que transversalizar el tema de género y lo haremos hoy mediante una metodología de masculinidades. Hoy tuvimos los dos primeros talleres para promocionar esta metodología y estamos evaluando esta primera experiencia con los psicólogos Ricardo Altamirano y Helen Delgadillo.
En la cena yo ponderaba a aquellos jóvenes estudiantes que están dispuestos a romper los moldes machistas, a enarbolar la bandera de la equidad de género. Ricardo no estaba de acuerdo; él estuvo a cargo de las dinámicas del taller y de demostrar con varias actividades la metodología de masculinidades que queremos que los docentes implementen en sus aulas. Con su experiencia en el tema y como director del Centro Psicografológico Acequia me replicó, afirmó que los jóvenes aprendieron a dar las respuestas políticamente correctas. No quiero creerle.
Las dificultades de transversalizar el tema de género
22 de junio de 2021, reunión por zoom
Retrocedamos al 2021, un año antes de la realización del primer taller en Tarija. En la reunión zoom del martes 22 de junio se quería planificar con los otros coejecutores aliados del proyecto FTP como transversalizar género. Las representantes de las instituciones fueron sinceras:
—Un problema es que no se prioriza el tema de género por la pandemia —dijo María Elena.
—El currículum es rígido en la pandemia como para incorporar el tema de género. ¿Qué estrategias podemos implementar? —preguntó Eliana.
—Sí, ese es el problema, nos dicen los docentes, que admiten que por la pandemia dejaron de trabajar el tema de género. ¿Cómo solucionamos ese problema?, pues trabajar con los docentes, pero esos recursos que planteemos no le deben generar más tiempo al docente — sugirió Claudia.
En la crisis por la pandemia, el transversalizar el tema de género era el objetivo más difícil de cumplir de todos los del proyecto FTP.
Entre agosto y octubre de 2021 se barajaron varias opciones para que apoyemos a las otras instituciones en el área de prevención de la violencia de género. Nada cumplía las exigencias para ser una herramienta que pudiera implementarse de forma práctica con los docentes.
Cómo aterrizamos en las masculinidades

Viernes 20 de octubre de 2023, audio en chat de whatsapp
“Necesitábamos ver innovación por un lado y buenas prácticas que debíamos replicar para trabajar en género… nos pusimos a analizar qué cosas nuevas podríamos hacer. Al principio fue muy tímido lo de masculinidades, lo hemos vendido por debajo, era el as bajo la manga. Luego ha ido tomando fuerza porque los centros tenían una mayor cantidad de estudiantes hombres”. Recuerda Helen (mi inmediata superior) nuestro viraje hacia el área de masculinidades, en este gran universo de metodologías de prevención de la violencia de género. Ella es psicóloga de profesión y su mirada suele aportar desde una perspectiva muy particular.
Noviembre de 2021
Volvamos a finales de 2021, cuando estábamos ante el peligro de no poder ejecutar nuestro presupuesto. Con Helen nos dimos cuenta de que estábamos dejando de lado al protagonista de la violencia de género: al hombre agresor.
La solución, por tanto, era encontrar una metodología de masculinidades que se adecuara al contexto de los docentes de formación técnica quienes no tienen la obligación de dar el tema de género en sus clases, aducen que tienen muy poco tiempo para aprender nuevas metodologías, no pueden (¿no quieren?) utilizar el horario de clases por considerarlo un tema no curricular y ellos mismos, sin una sensibilización previa, podrían no dar los mensajes correctos.
Con el Centro Acequia (Ricardo Altamirano y Guery Zabala) encontramos la solución: crear una radioserie de 10 capítulos (de unos 4 minutos cada uno) que impulsara la discusión y reflexión en el aula sobre el origen de las actitudes machistas. Así solucionábamos los problemas arriba enlistados, bueno, al menos parcialmente. Procedimos a establecer algunas reglas: Los docentes asumirían voluntariamente llevar adelante la metodología de 10 sesiones; se les realizaría un desembolso de 200 bolivianos por sesión, para el refrigerio de los estudiantes y como paga por sus horas extras; cada docente contaría con un texto de apoyo en la metodología y que contaría con las preguntas correspondientes de esta manera, solo necesitaría un aparato de sonido para reproducir la radioserie; el papel del docente se circunscribiría a incentivar la discusión de cada tema, enfatizando que no hay respuestas correctas; y cada sesión debía durar 30 a 40 minutos, fuera del horario de clases y con la participación voluntaria de los estudiantes.
Así nació la radioserie "Hombres a diario", con el reto de implementarla en 2022.
Al fin se realiza el primer taller
En INFOCAL Tarija se nota su cultura institucional sensible al género, por ejemplo, son los únicos entre los institutos de INFOCAL que tienen el INFOCALITO, un centro de cuidado infantil atendido por los estudiantes de la carrera de Parvulario. En esa institución se dio el primer taller de masculinidades para estudiantes y docentes. Los invitados fueron los colegas de institutos públicos chapacos. A ese primer taller, que tuvo dos turnos (vespertino y nocturno), asistieron 118 hombres y 101 mujeres.
Noche del 24 de marzo de 2022, taller de masculinidades en Tarija, el valiente de Parvulari
—Aquí el más hombre es nuestro compañero que está estudiando parvulario. Hay que ser valiente para estudiar esa carrera y soportar que lo critiquemos como le hemos hecho hoy —sermoneó un estudiante de mecánica automotriz a sus compañeros. Hubo un momento de silencio y luego algunos de los estudiantes aplaudieron.
¿Qué había pasado? En la parte de presentación del taller nocturno (hubo otro taller en la tarde) el psicólogo Ricardo Altamirano había pedido que levantaran la mano los estudiantes de las carreras de:
Mecánica Automotriz (bulla)… Gastronomía (bulla)… Sistemas Informáticos (bulla)… Parvulario (silencio y luego risas).
En esta última presentación, con mucha timidez, un solo estudiante levantó la mano. Sus compañeros se dieron la vuelta a mirarlo, a reírse de él, a gozarlo por haber elegido ¡una carrera de mujeres, Parvulario! pero dos horas después, al acabar el taller, se escucharía la reflexión de aquel joven.

¿Qué pasó en esas dos horas que produjo esa reprimenda? Docentes y estudiantes hombres escucharon el segundo capítulo sobre la construcción de la masculinidad: “Una madre embarazada cuenta que el futuro padre, Andrés, espera un varón y el progenitor quiere, exige, que sea futbolista. Andrés le dice a su amigo que los hijos tienen que ser como sus padres: machos, fuertes, trabajadores y, sobre todo, futbolistas. Su amigo, sin embargo, le responde que los tiempos cambiaron...” El episodio termina con estas preguntas gatilladoras del debate:
¿Qué piensas de que los padres/madres ya planifiquen el futuro de su hijo o hija? ¿En qué momento crees que los hijos o hijas deben decidir sobre lo que harán con sus vidas? ¿Qué sugerencia le darías a un padre para la crianza de su hijo o hija?
Ricardo, el sicólogo, habrá de decirme esa noche, en la pizzería, que los estudiantes aprendieron a decir las respuestas políticamente correctas. No le creo, soy más optimista. Los siguientes talleres en Cochabamba, Santa Cruz y las 37 réplicas resultantes me darán la razón.
El taller que se inclinó hacia la misoginia
Noche del 5 de mayo de 2022, taller de masculinidades en Santa Cruz, sala de INFOCAL
En INFOCAL Cochabamba tuvimos una sesión que resultó exitosa, aunque algunos docentes de institutos fiscales se quejaron porque querían ir a un taller sobre temas técnicos que les interesaban mucho, pero tuvieron que acatar la orden de venir “a este taller que no sabemos ni de qué es”.
En la segunda sesión en instalaciones de INFOCAL Santa Cruz, institución que había decidido que el taller solo debía darse a los docentes, no a los estudiantes, también habíamos invitado a sus colegas de institutos fiscales. El taller del turno matutino había sido todo un éxito. Nos tocaba el grupo de la noche.
En cuanto lo vi entrar al aula, tuve la sensación de que sería el protagonista (resultó antagonista). Parecía el macho alfa de ese grupo de docentes de INFOCAL. Era alto, delgado, de bigotes, pelo largo ondulado y largo, tenía botas de seguridad, polera negra y un chaleco verde. Tenía una leve cojera y era el único que llevaba gorra.
Recién hoy comprendo algunos de los factores que tensionaron el ambiente. Uno de ellos fue que solo había una docente mujer, era tímida, callada y no se sentó en ninguna mesa con sus colegas. En el grupo de la tarde participaron varias docentes y fueron muy activas, incluso una directora escribió y presentó la primera ficha/propuesta para realizar la réplica de masculinidades.
Otro factor tensionador fue que Helen, nuestra psicóloga capacitadora, habló mucho tiempo. En los otros talleres se encargaba, y muy bien, de interactuar con las docentes y estudiantes mujeres. La ausencia del psicólogo facilitador hombre también fue determinante, yo lo reemplazaba y, si bien me fue bien en el primer turno, no tenía la experiencia para manejar situaciones que se salían de lo planificado.
Hubo otro factor, que puede parecer pequeño, pero que aportó al clima tenso. Se trató de una técnica “de magia” que les hice hacer y que implicada entrelazar los dedos y ponerlos en la nariz. El docente macho alfa se enojó, decía que no podía mover los dedos debido a su trabajo duro.

El taller se empezó a tensionar más cuando un docente contó que su amigo casi fue apresado por un tema de pensiones, cuando en realidad sí cumplía pagando esas obligaciones. Fue apoyado por algunos de sus colegas y el ambiente empezó a oler a misoginia.
“… y esa ley que dice… no se debe gritar a una mujer, entonces ¿cómo quieren que nosotros los hombres pongamos orden, disciplina en un hogar?”
Mi colega facilitadora tenía problemas para dirigir la reunión. Tomé la posta y ya lograba reencaminar la discusión hacia la propuesta de masculinidades cuando el docente alfa no pudo aguantar más y disparó su parecer sobre este tipo de iniciativas:
—Esas cosas de género no van con nosotros, tenemos cosas importantes, materias técnicas que enseñar a los estudiantes. Esas cosas que hagan los institutos fiscales.
No podía escalar más el ambiente negativo. Las palabras molestaron incluso a sus colegas, que intentaron encauzar el tema, pero el mejor apoyo vino de uno de los aludidos, un director de un instituto fiscal, que afirmó que a ellos sí les parecía importante la lucha contra la violencia de género y que se encargaría de difundir la metodología en su institución y nos harían llegar su propuesta de réplica.
Y así lo hicieron. Producto de ese taller tan accidentado se presentaron 11 réplicas de cuatro institutos. Doce institutos aceptaron realizar la metodología de masculinidades con base en la radioserie y se calcula que unos 400 estudiantes pasaron estas sesiones. Pero este apenas era un paso inicial en las réplicas que se venían y que pusieron sobre la mesa temas que no habíamos considerado cuando iniciamos el proyecto.